CARAS Y CARETAS:
JUAN JOSE MUÑOZ
"Quiero mi estatua en la plaza, frente a la Catedral de La Plata"
El polémico presidente de Gimnasia habla de su fortuna, de la incentivación, del santuario que hará si su equipo da la vuelta y de la fiesta que ansía: "Va a ser como un casamiento gitano".
Pablo Chiappetta pchiappetta@ole.com.ar
-—¿Cómo ganó su primer millón?—Hice diferencia vendiendo frutas en la calle. Pero en el 83 me involucré en la actividad política y gremial. Aníbal Fernández me nombró asesor en el Senado y como asesor de ATE me vinculé con el Banco Austral. Ahí inventé una fórmula que les vendí a los bancos para calificar los créditos. Y me pagaban muy bien por eso.
—Igual, su fortuna se multiplicó durante el menemismo.—Dios me dio el don de ser exitoso. Pude ponerme una constructora, hice negocios inmobiliarios, refloté una empresa de seguridad que estaba quebrada, compré otra de limpieza. Ahora tengo nueve, entre ellas una cadena hotelera, una financiera, una aseguradora, un estudio de diseño gráfico y una agencia de viajes.
—¿Es o fue uno de los testaferros de Carlos Menem?—Mi relación con Menem fue política. Fui apoderado electoral de la fórmula Menem-Duhalde. Volví a tener relación con él en el 2003 porque me llamó Pierri: manejé la campaña en La Plata y acá ganó él. Cuando se bajó, me sentí avergonzado y me retiré. Hoy me identifico con Kirchner.
—¿La oferta a la mamá de Cristina para que sea su vice fue un guiño para el presidente?—Ofelia es una plateísta fanática que va a todos los partidos de local, no usa el rojo para nada y anda por la calle vestida con ropa azul y blanca. Me pareció interesante premiarla con una vicepresidencia. Aunque al final desistimos para no exponer a su familia.
—¿Y con Cristina qué onda?—No tengo relación. Ofelia sí me llama para decirme "querido traé a éste, traé a aquél". El último que me pidió fue Caniggia. Y ojo que Ofelia sabe de fútbol, eh.
—¿Sigue teniendo las Ferrari de Maradona y de Menem?—Tuve dos, una de ellas la de Diego. Pero es un mito lo de la Testarossa, lo mismo que lo de los dos delfines: son de bronce y están en la punta de la pileta.
—¿Nadie hace la plata trabajando, como dijo Barrionuevo?—A Barrionuevo le puedo responder con otra frase de Perón: el trabajo dignifica al hombre. Todo lo que tengo está blanqueado. Fui recontrainvestigado para saber cómo la hice. Por el Central, la Sindicatura General, la AFIP y jamás se me ha observado nada.
—¿Después de sacar campeón a Gimnasia viene la candidatura a intendente de La Plata?—Para nada. Tengo serios problemas de salud, una insuficiencia renal y muchos picos de presión que lesionan cada vez más mis riñones, y la orden de los médicos es que hasta acá llegué. No va a pasar febrero que me retiro.
—¿Entonces va a trabajar para la campaña de Burlando?—No, no se elige a un jefe comunal porque uno es exitoso o famoso: se elige porque se tiene actividad política. Fernando va a ser presidente de Estudiantes.
—¿No tiene miedo de hacer alarde de sus millones en un país tan inseguro?—No, porque existen los códigos en la calle. Y cuando uno es un hombre de códigos, lo respetan.
—¿Qué significa eso de ser un hombre de códigos, Muñoz?—Que no va a encontrar a nadie en este mundo que diga que soy un cagador, un estafador, un mentiroso, un defraudador. Podrá encontrar, sí, quien le diga que soy una persona de mano suelta, de bolsillo abierto, que si fuera mujer tendría cien hijos.
—¿Utiliza guardaespaldas?—Tengo seguridad por mi familia, no por mí. Hace un mes desde el ministerio de Seguridad me informaron de la posibilidad del secuestro de uno de mis hijos y les pusieron guardaespaldas a los dos. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, está al tanto.
—¿Anda calzado?—No soy de usar armas. Tengo permiso pero no las llevo encima.
—¿Por qué tiene tan buena relación con la barra brava?—Porque ellos de mí hacen un mito: yo soy el que pasó de canillita a campeón. Siempre me dicen que soy de los suyos. El que está al frente es Cristian, el Volador, un chico que hace trabajo social y me viene a ver para que le consiga algo, la ropa usada de los jugadores. Dos veces me pidieron trabajo si tomamos a alguien en el Bosquecito o en Estancia Chica.
—¿Le daría trabajo a un barra? —Lo que hacen en su vida privada no sé, pero si es un empleado mío seguro que calzado no va a ir, ni va a estar borracho ni se va a propasar con una mujer. Yo no soy un hombre de recular, por eso no aprendí a bailar el tango.
—¿Es cierto que su primer contacto con Grondona fue: "Hola, Julio, cuánto cuesta comprar un campeonato?".—Jamás podría decir semejante barbaridad. A Julio lo ponen como un déspota y yo le digo que es el último bastión que le queda a América Latina para que los clubes no sean sociedades anónimas. Todos le deben algo.
—¿Usted qué le debe?—Nada, yo creo en este hombre.—Si Gimnasia se hubiese ido al descenso, diría lo mismo.—Obvio. Cuando Boca o River venden millones en merchandising, Gimnasia vende mil llaveritos. No creo que haya interés en salvarlo. Se dio porque este presidente tiene convicciones muy firmes y mucho producto de ave.
—¿Tiene huevos para reconocer que incentiva rivales?—No, porque yo no compro campeonatos. Cuando pase esto, voy a fijar una postura muy fuerte en el Comité Ejecutivo: a un jugador que pide ser incentivado hay que suspenderlo por un torneo y al que se le demuestra que lo fue, de por vida. Así como los jugadores se jubilan jóvenes, cuando cometen este tipo de actos hay que echarlos jóvenes. Pero no sé si existe la incentivación...
—Vamos, Muñoz...—Si uno llega de la forma en que varios sospechan, Gimnasia no tendría siete jugadores por los que clubes de Europa como el Ajax o el Atlético Madrid pidieron condiciones: Lobos, Licht, Escobar, Teté González, Vargas, Herner y Cabrera. Aunque este chico es intransferible: si lo quieren, cuesta cinco millones de euros.
—-Su mansión de una manzana con pileta, cancha de papi, jacuzzi, gimnasio, ascensor y microcine no condice con su imagen de verdulero.—Yo he hablado con presidentes de la República en remera y zapatillas o voy a la Legislatura a hablar con senadores en bermudas. ¿Cuál es el problema? Eso sí: me baño todos los días, aunque a veces no me afeito. A los periodistas los atiendo descalzo en mi edificio, porque estoy cómodo en la alfombra y porque descargo negatividades.
—En los vestuarios también descarga negatividades. ¿A cuántos jugadores apretó?—Tuve discusiones fuertes con muchos: Scotti, Enría, Solana, Ischia. Con Goux estuvimos a punto de irnos a las manos y hoy tenemos una relación espectacular. Para este plantel yo no soy el presidente, soy José. Se creían los dueños del club y conmigo eso se cortó. Aprendimos a convivir. Y todos los miércoles vienen a comer a mi casa, de cábala.
—¿En qué lugar de la casa va a poner la estatua que pidió?—No, no, no. Tiene que ser pública. La quiero en la plaza San Martín: que lo bajen del caballo y me suban a mí. O mejor en la Moreno mirando a la Catedral, para agradecerle mi vida a Dios.
—¿Es de ir a la Iglesia?—Antes y después de cada partido, no importa el resultado, voy a Luján a agradecerle a la Virgen.
—¿Qué le prometió si dan la vuelta olímpica?—Haré un santuario de Nuestra Señora de la Luz, virgen de los ojos grandes. Hablé con Dios y me dijo que me quedara tranqui.
—¿Es cierto que le va a ofrecer un millón a Banfield para que vaya al Estadio Unico?—Es una locura. Igual, la vuelta la voy a dar en la cancha de Gimnasia. Ese día me voy a llevar un balde de tierra y le voy a poner un cartelito: "Esta es la tierra del campeón del torneo 2005".
—¿Troglio puede convertirse en el Bilardo de Gimnasia?—Como ícono sí, como Bilardo noooo. Pedro es un fenómeno.
—¿Ya sabe en qué va a gastar su último millón?—No, sé cómo voy a festejar. Va a ser como un casamiento gitano.
http://www.ole.clarin.com/jsp/v4/pagina.jsp?pagId=1101034
Muñoz: "Hablé con Dios y me dijo que me quedara tranquilo"
El presidente del Lobo está muy confiado de cara a la definición del Apertura y palpita el primer título oficial para su club. Prometió ir caminando a Luján y se acordó del clásico rival: "La actuación de Estudiantes frente a Boca me dejó muchas dudas".
El presidente de Gimnasia (LP), Juan José Muñoz, parece estar decidido a recurrir a cualquier medio que esté su alcance para que su equipo salga campeón y además de prometer premios para los jugadores, afirmó que irá caminando a Luján.
Esta vez, en declaraciones al programa Despertate de una vez, que se emite por TyC Sports, se mostró tranquilo respecto a las posibilidades del Lobo: “Si gana el campeonato Gimnasia me voy a Luján, y si lo pierde también”. Y explicó las causas sobre su extrema confianza: “Hablé con Dios y me dijo que me quedara tranquilo”, tiró.Respecto al pedido de Boca para postergar el partido ante Independiente –si es que hoy logra el pase a la final de la Sudamericana-, Muñoz explicó: “Me tomó por sorpresa el pedido de Boca pero lo aceptamos para no causar problemas”.Además, el presidente del Lobo se hizo tiempo para hablar sobre su eterno rival: “Si Estudiantes fue a menos es un agravio injustificado hacia nuestra institución”, se despachó. Y agregó: “Yo no podría decir si Estudiantes fue a menos pero en las tribunas se tomaron a golpes de puño por gritar el gol de su equipo y si miramos bajo la óptica de lo que uno ve en la tribuna quedan muchas dudas si Estudiantes fue al frente”.Finalmente se refirió a Pedro Troglio, y un poco en serio y otro en broma, adelantó: “Le digo a Pedro que no se haga el vivo, primero tenemos que hacer mi estatua, je... Con él hay una relación de amistad, nos subimos a este barco juntos y pudimos calmar la tormenta.
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